La exposición empezó con unas sala llena de curiosas escenas, la que más me llamó la atención fue la de un cangrejo y una langosta jugando a las cartas. También me gustó la serpiente levantándose sobre sí misma. (Las siguientes fotografías las he extraído de internet, ya que en la exposición estaba prohibido sacar fotos).

Más adelante, había una sala repleta con carteles que tenían nombre de personajes célebres con su fecha de nacimiento y muerte.
otra sala poseía un curioso espejo de bruja en el que el público podía verse a sí mismo.
En esa misma sala había un lingote de oro con un sello fundido por el artista.
Más adelante pudimos ver un cubo de plástico lleno de mejillones.
Otra obra que me llamó mucho la atención fue un ataúd lleno de tazas de color blanco.

Los huesos pintados de color también eran llamativos.
Pronto llegba sala más representativa: en ella estaban cuadros llenos de mejillones con resina, uno cuadrado, otro circular y otro con forma de rectángulo.
A continuación estaban los cuadros de cáscaras de huevo. El más importante acompañado de una silla blanca.
Otros jugaban con colores llamativos de fondo.
La última sala tenía un conjunto de palmeras en tiestos separadas individualmente.
A modo de conclusión de la obra, he de decir que no es una exposición que me haya entusiasmado. Hay que reconocer que no es una obra fácil de entender si no se ha hecho un estudio previo a verla.
Pero también puedo decir que hay obras que sí han conseguido despertar mi atención, como la de la langosta y el cangrejo o la del ataúd. La esencia que me ha quedado de este artista es que consigue transformar elementos sencillos y cotidianos en obras con un mensaje y un significado.
Como experiencia nueva ha estado bien; pero no sería una exposición que iría a ver por elección propia.
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